A un día

Una fiesta en Johannesburgo da la bienvenida a la Copa del Mundo

Un enorme carnaval vivió Johannesburgo mientras una multitud bailaba, gritaba y hacía sonar sus vuvuzelas a la espera del autobús que llevó a la selección de Sudáfrica a recorrer esta ciudad. Mañana será la inauguración del Mundial de Sudáfrica 2010 y la fiesta ya comenzó. Un ensordecedor ruido de bocinas de autos, trompetas, sirenas y gritos tomó por asalto la urbe en una jornada inolvidable para los sudafricanos, apretujados en los puentes y a los costados de calles y avenidas.

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Miles de personas aguardaron por sus ídolos y celebraron la inminente apertura del torneo con el partido entre los Bafana Bafana y México en el Soccer City. Familias enteras con pelucas multicolor, obreros que agitaban banderas, blancos y negros unidos, lucían con orgullo la camiseta nacional. "Nunca había experimentado algo así en mi vida. Ni siquiera para las elecciones de 1994", dijo Brenda Barratt, de 59 años, en referencia a la primera elección democrática en el país tras el final del apartheid, en la que resultó ganador el mítico Nelson Mandela.

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La fiesta se dio en el marco de la campaña "unidos por los Bafana Bafana", en la que también participaron diversas personalidades y líderes políticos sudafricanos. "Mira esta multitud. De esto se trata la reconciliación", comentó Simon Muthelo, de 48 años, quien llevaba una pancarta con la frase "11 jugadores, un latido, un trofeo". Muchos señalan que la selección de fútbol ha ayudado a unir más a la población, 16 años después del final del apartheid. Mientras el bus con el plantel sudafricano recorría las calles, los jugadores recibían el cariño de los hinchas, muchos de los cuales llevaban carteles con la leyenda "buena suerte". La jornada le cambió el color a la ciudad, desbordando, al fin, la pasión esperada. Dos horas después del evento, las vuvuzelas aún retumbaban, como una promesa de que lo mejor está por venir.

Fuente: Eluniversal.com