miércoles, 28 de abril de 2010

El Inter destrozó el sueño finalista del Barcelona

El Inter de Milán jugará la final de la Liga de Campeones, donde se medirá al Bayern de Munich, pese a perder 1-0 este miércoles en el campo del Barcelona, en la vuelta de las semifinales del torneo continental, dejando fuera al actual campeón de Europa.

El Barcelona, que arrasó en 2009 con seis títulos, quedó así en puertas de una segunda final de Champions consecutiva, que en esta ocasión tenía un componente especial, al disputarse en el estadio de su rival histórico de la Liga española, el Santiago Bernabéu del Real Madrid.

Los catalanes salieron desde el inicio dispuestos a intentar llevarse el partido poniendo cerco a la portería del Inter defendida por Julio César, en busca de un rápido gol frente a un Inter enrocado, que simplemente se dedicó a defender la renta de dos goles de ventaja (3-1) conseguidos en la ida.

Los azulgranas tuvieron que esperar hasta el minuto 83 para que Gerard Piqué marcara el único y, a la postre, inútil tanto, encontrando un hueco en el muro defensivo levantado por el Inter, que jugó prácticamente 70 minutos con diez jugadores por la expulsión del brasileño Thiago Motta (29).

El delantero canterano azulgrana Pedro, el hombre más dinámico de su equipo este miércoles, avisó pronto de las intenciones del Barça con un tiro que se fue fuera por poco (3).

Pedro volvería a mostrar su peligro en el minuto 23 al rematar al primer toque en el área italiana un centro de su compañero Daniel Alves desde la derecha, que acabó fuera por poco.

El delantero azulgrana fue el hombre más incisivo de su equipo frente a un Inter que, tras ganar 3-1 en la ida, llegó al Camp Nou a echar el cierre a su portería y dejando a un solitario Diego Milito en punta, que apenas pudo luchar con la defensa azulgrana.

El equipo italiano intentó en contadas ocasiones salir de su campo con el balón controlado, recurriendo principalmente a los pases largos y a tratar de sorprender con contraataques.

El Inter llegó a acumular hasta ocho hombres en defensa y su táctica defensiva a ultranza se enconó tras la expulsión del brasileño Thiago Motta por un manotazo sobre Sergio Busquets (28), lo que obligó a ayudar en tareas defensivas incluso a Diego Milito.

Los italianos prácticamente renunciaron al ataque y apenas pusieron en peligro la portería defendida por Víctor Valdés.

El Barcelona sufrió, al igual que en la ida, la escasa presencia de su joven delantero argentino Leo Messi, que estuvo muy apagado pese a contar con algunas de las mejores ocasiones del partido como un tiro desde la frontal del área que sacó con dificultades Julio César (32).

Al inicio de la segunda parte, el técnico azulgrana, Josep Guardiola, trató de dar mayor profundidad a su equipo dando entrada al brasileño Maxwell por el central argentino Gabriel Milito, para tratar de aprovechar más las bandas.

Guardiola también buscó una mayor movilidad de su equipo dando entrada a Bojan Krkic por un muy gris Zlatan Ibrahimovic y al joven de origen venezolano Jeffren Suárez por Busquets (63).

A medida que pasaban los minutos, a pesar de que el control siempre fue azulgrana, los locales empezaron a sentir la desesperación, colgando balones al área, en los que la defensa interista tenía ventaja.

El continuo cerco azulgrana dio sus frutos en el minuto 83 cuando Gerard Piqué controló dentro del área, se revolvió ante la salida de Julio César y a la media vuelta marcó el gol azulgrana dando alas al equipo local.

Desde ese momento, los azulgrana buscaron el segundo tanto que les hubiera colocado en la final continental, pero el gol no llegó y el Barça cumplió la regla registrada desde que existe la Liga de Campeones en su formato actual, en que ningún ganador ha revalidado su título.

El Inter, por su parte, se enfrentará en la final el próximo 22 de mayo en el estadio Santiago Bernabéu al Bayern de Munich, que el martes se impuso al Olympique de Lyon (3-0 en la vuelta, 1-0 en la ida en suelo alemán).

Fuente El Nacional

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