viernes, 13 de agosto de 2010

La Vinotinto mostró claros y oscuros

El primer examen posmundial para los criollos cerró en forma agridulce y con varias tareas pendientes

Panamá podía presagiarse como un rival incómodo para Venezuela, por los antecedentes recientes, pero difícilmente era cotejable una derrota 3-1 ante los canaleños, en la primera evaluación de la Vinotinto en el nuevo ciclo, ese que apunta a la Copa América 2011 y las eliminatorias suramericanas.César Farías estaba probando, sí, es cierto, pero probó con los llamados “caballos” de la selección y, sin embargo, la presentación en el estadio Rómmel Fernández de Ciudad de Panamá tuvo más tonos grises que brillo. En el once inicial, que formó con el 4-3-3 que busca implementar el seleccionador en los últimos meses, figuraron los legionarios Oswaldo Vizcarrondo, Roberto Rosales, Tomás Rincón, Giancarlo Maldonado, Miku y Juan Arango. La mayoría de ellos quedó en deuda.“Después de imponer nuestro ritmo del partido con el esquema implementado, hubo fallas que habrá que analizar y corregir hacia el futuro”, sintetizó Farías en su análisis del partido, que recoge una nota de prensa de la FVF.“El desorden en el equipo en los minutos finales, especialmente los últimos cinco minutos, produjo este resultado que no era el esperado, pero que demuestra que Panamá supo hacer su juego”, prosiguió.La inconsistencia de la zaga, la poca conexión entre líneas y el buen nivel mostrado por Arango en su regreso a defender la casaca vinotinto fueron las notas que quedarán para la tertulia y análisis tras el revés ante Panamá.
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Inconsistencia defensiva: un mal que se pagó caro
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Oswaldo Vizcarrondo y Jaime Bustamante tuvieron ante Panamá unas de cal y otras de arena. Roberto Rosales y José Luis Granados, por las bandas, cumplieron una actuación similar. La línea de cuatro propuesta por Farías en la zaga vinotinto tenía en el central de Once Caldas y el lateral del Twente dos jugadores llamados a ser clavos en el futuro inmediato, pero la inconsistencia pasó factura hacia el final del partido del miércoles.Durante más de una hora de juego poco pudieron hacer Luis Tejada y Blas Pérez, la dupla en ataque de Panamá, ante la pareja de centrales de Venezuela, pero en el cuarto de hora final llegó un verdadero deslave de “Vizca” y Bustamante y los matadores rojos no perdonaron. Por su parte, Rosales, que al igual que Vizcarrondo ya fue titular en la derrota de marzo ante los canaleños, fue un dolor de cabeza para el lateral izquierdo de Panamá, Carlos Rivera, por sus constantes proyecciones, pero dejó espacios en defensa y ni hablar de Granados por el otro costado.
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El capitán demostró porque debe ser llamado
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Juan Arango suma 88 partidos como internacional vinotinto y desde que César Farías asumió el banquillo de la selección porta el brazalete de capitán cada vez que entra en una convocatoria. Antes de ser llamado contra Panamá sumaba más de dos años sin figurar en un amistoso con_Venezuela, pero ahora que debe ganarse el puesto como todos en un nuevo ciclo, regresó y demostró buena parte de las credenciales que lo respaldan.El “18” jugó en una posición que no le es habitual y, sin embargo, no deslució. Se sacrificó en labores defensivas cuando fue necesario y con libertad llegó por la banda izquierda o por el centro del campo y soltó los latigazos que caracterizan su buena pierna zurda.Sólo el meta panameño Penedo fue capaz de evitar su reencuentro con el gol vistiendo la casaca de la selección nacional; no encontró arco, pero sí pudo servirle un balón perfecto a Vizcarrondo para que el central la mandara a guardar.Sin tener un partido brillante, Arango destacó por encima del resto y con eso deja claro que su presencia está más que justificada en los llamados.
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En el esquema no se vio conexión entre línea y línea
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El seleccionador nacional parece convencido de que una formación 4-3-3 debe ser la apuesta de la Vinotinto en este nuevo ciclo. Ya no se puede hablar de un experimento para momentos puntuales, pues Farías mantuvo durante los 90 minutos del compromiso el mismo esquema táctico y todas sus cinco variantes fueron de jugadores con características similares a los que salían.El problema de la apuesta es que, una vez más, no se vio conexión entre el mediocampo y el ataque de la Vinotinto. No había una transición con conciencia y en muchos casos se mostró quebrado en dos el once. Arango, aun en su mejor partido, no reúne las características de un armador a lo Xavi, cerebro de una España en la que encaja a la perfección el esquema 4-3-3; además, sus compañeros de línea, Rincón y Lucena, aportaron muy poco en la creación. Ante tal panorama, se recargó de responsabilidad a los extremos. Chourio tuvo un juego discreto y Maldonado se perdió, por momentos, en el puesto. Cosas para reconsiderar.

Fuente: Liderendeportes.com

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