lunes, 14 de abril de 2008

Chelsea no puede con Wigan y Manchester United festeja

El Manchester United coronó hoy, sin jugar, una fecha perfecta: el modesto Wigan Athletic se llevó de Stamford Bridge un agónico empate a uno contra el Chelsea, que de esta manera queda a cinco puntos del líder de la Premier League del fútbol inglés, cuando apenas quedan cuatro fechas por disputar.

El domingo, el United había fortalecido sus aspiraciones con una victoria por 2-1 sobre el Arsenal, al que dejó prácticamente fuera de la lucha por el título, a nueve puntos. Restaba por ver si hoy el Chelsea conseguiría un triunfo para volver a situarse a tres puntos de los "diablos rojos", lo cual parecía probable, en vista a su adversario, situado en la parte baja de la tabla de posiciones. El equipo de Avram Grant estuvo cerca de lograrlo, pero un gol en tiempo de descuento de un ex United, Emile Heskey, dio al Wigan un punto de oro en su batalla por escapar del descenso y un nuevo impulso al equipo de Manchester en su ambición de gritar campeón.

El Chelsea, que se había puesto en ventaja con un disparo del ghanés Michael Essien a los 55 minutos, mereció quedarse con la victoria, pero no supo definir la historia y lo pagó con creces: el United todavía debe viajar a Stamford Bridge, donde los "blues" no pierden desde hace 80 partidos, pero los silbidos que se escucharon al final del cotejo con el Wigan demuestran que ahora ya ni sus propios hinchas creen que el trofeo de la Premier League irá a parar a su vitrina.
En el primer tiempo, el francés Nicolas Anelka estuvo un par de veces cerca de marcar, de cabeza, y Josip Skoko salvó sobre la línea un remate del brasileño Juliano Belletti. El Chelsea llegaba más, pero sin el poder de fuego necesario. El ingreso tras el entretiempo de Joe Cole en lugar de Florent Malouda fue un acierto: el Chelsea estuvo en control de las acciones por 20 minutos. En ese período, una jugada iniciada por Cole y que tuvo continuidad en Anelka, finalizó con un preciso derechazo de Essien para el 1-0, poco después que el capitán John Terry impactara el travesaño con un tiro de sobrepique a la salida de un córner. Por entonces parecía que el Wigan ya no era amenaza, pero el Chelsea no apretó lo suficiente. En las pocas oportunidades que lo hizo, otra vez le faltó puntería, o chocó con el buen portero visitante Chris Kirkland.

Cuando moría el partido, el arquero local, Petr Cech, tuvo que esmerarse para evitar que un ramete del sustituto Antoine Sibierski se trasnformara en el empate. Parecía que la suerte estaba echada, pero no: Jason Koumas sacó un exquisito centro que Heskey con un toque, transformó en su tercer gol de la temporada, ante un estadio que casi no lo podía creer.

En el Chelsea faltó hoy su principal figura, Frank Lampard, quien había sido nominado a integrar el equipo, pero se retiró antes del partido por razones personales. El arquero Cech volvió a jugar tras haber sido operado en la barbilla, y lo hizo con una máscara protectora de los 50 puntos de sutura que recibió en la intervención.

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