martes, 13 de julio de 2010

El béisbol perdió al "Jefe" George Steinbrenner

El hombre más poderoso y polémico que ha tenido el béisbol de las Grandes Ligas, el dueño de los Yanquis de Nueva York, George Steinbrenner, más conocido como "El Jefe", falleció a la edad de 80 años, el mismo día que se va a disputar el Juego de las Estrellas en Anaheim (California).

Después de estar al frente de los Yanquis por 38 años, el equipo del deporte profesional mundial con más títulos de liga, 27 anillos de campeones, el último logrado la pasada temporada, Steinbrenner fallecía por causa de un ataque al corazón.

El anuncio del fallecimiento de Steinbrenner III fue dado a conocer por la familia en un comunicado en el que muestran su tristeza e informan que durante el deceso se encontraba con los suyos en su residencia de Tampa (Florida). "Fue un hombre increíble y muy caritativo. Fue un visionario y un gigante de los deportes. Tomó a una franquicia hundida en conflictos y la regresó a la ruta ganadora", destaca el comunicado.

El periódico "The New York Daily News" fue el primero que informó de la muerte de Steinbrenner y dio como las 6:30 de la mañana la hora de su fallecimiento. Mientras que el canal de televisión WABC-TV, en Nueva York, dio a conocer que Steinbrenner, dueño de los Yanquis desde 1973, sufrió un infarto de corazón masivo.

De acuerdo a los informes periodísticos, Steinbrenner, que el pasado 4 de julio celebró su cumpleaños 80, fue ingresado en el hospital St. Joseph en Tampa, el lunes en la noche, después que el servicio de emergencias médicas respondieran a una llamada que se había hecho desde su residencia.

El portavoz de los Yanquis, Howard Rubenstein, confirmó estos informes. De inmediato, las banderas fueron colocadas a media asta en el Steinbrenner Field, el complejo de entrenamiento primaveral de los Yanquis, en Tampa.

La familia agregó que los servicios funerales serían realizados en privado, aunque existe la posibilidad de que se realice un servicio adicional que estaría abierto al público. Steinbrenner se hizo famoso por sus peleas. Se enemistó con el legendario receptor de los Yanquis y miembro del Salón de la Fama, Yogi Berra, y despidió dos veces al irascible piloto Billy Martin, ya fallecido.

Steinbrenner llevaba ya varios años con graves problemas de salud y tenía pocas presencias en público para ser visto sólo cuatro veces en el nuevo estadio de los Yanquis, inaugurado en el 2009 y que valió 1.500 millones de dólares.

"Fue un hombre increíble y muy caritativo. Fue un visionario y un gigante de los deportes", declaró Hal Steinbrenner, el hijo que le sucedió en el cargo de gerente general del equipo. "Era una persona muy sensible". Con su blazer azul y su jersey de cuello alto, fue sinónimo de éxito empresarial.

Steinbrenner siempre estará asociado a la figura del empresario triunfador y su línea la han seguido sus hijos desde que a finales del 2007 decidió delegar en Hal y Hank todas las gestiones de la actividad diaria del equipo.

Pero bajo su gestión, los Yanquis lograron 11 banderines de la Liga Americana y siete títulos de Serie Mundial, al conseguir reunir dentro de su equipo a los mejores peloteros del béisbol profesional.

Cuando Steinbrenner encabezó un grupo empresarial que adquirió a los Yanquis en enero de 1973, prometió que los nuevos dueños no se involucrarían demasiado en el manejo del equipo, pero luego sucedió todo lo contrario.

Por más de 30 años Steinbrenner hizo honor a su apodo de "El Jefe", dirigiendo al equipo bajo su visión particular y personal tanto dentro de la organización como inclusive a la hora de tener voz dentro del mundo de las Grandes Ligas.

Se destacó por protagonizar peleas permanentes con Berra por más de una década y pagó para que le encontrasen cosas negativas a ex toletero Dave Winfield, miembro del Salón de la Fama, a quien acusó públicamente, diciendo que se venía abajo en los momentos decisivos.

A pesar de la imagen de dureza y firmeza que siempre trasmitía, también desarrollaba el aspecto humorístico con gran acierto, que le permitió participar en el programa cómico de televisión "Saturday Night Live", se burló con Martin en una publicidad y se divertía con la imitación que hacían de él en la comedia "Seinfeld".

Pero otro de los aspectos positivos de su presencia en el mundo del deporte y de la empresa privada fue la donación de millones de dólares a obras de caridad, a menudo a condición de que no se diese a conocer la misma. Desde que se hizo cargo de los Yanquis, el valor del equipo se multiplicó 100 veces en relación con los 10 millones de dólares que su grupo pagó en 1973.

Steinbrenner revolucionó el mundo de los deportes profesionales al establecer su propio canal de televisión y compañía de comida para dentro del estadio. La revista especializada "Forbes" en su último informe sobre el valor de los equipos profesionales a nivel mundial colocó a los Yanquis en el tercer lugar.

Los Yanquis, de acuerdo a Forbes, podrían valer 1.600 millones de dólares, sólo superados por el Manchester United, del fútbol inglés (1.800 millones) y los Vaqueros de Dallas (1.650 millones de dólares).

No tuvo limitación a la hora de gastar dinero para conseguir lo que se proponía, invirtiendo fortunas en figuras como Derek Jeter, Reggie Jackson, Alex Rodríguez, Torre y otros, en la esperanza de sumar otro título.

Su lema era muy claro como gestor al señalar que "ganar es lo más importante en mi vida, después de respirar", le gustaba decir. "Primero respirar, luego ganar".

Steinbrenner estuvo interesado en otros deportes también. Fue asistente del técnico en fútbol estadounidense con las universidades de Northwestern y de Purdue en la década de 1950 e integró un grupo que compró a los Cleveland Pipers de la Liga Americana de Béisbol en los años 60.

Steinbrenner también fue vicepresidente del Comité Olímpico Estadounidense entre 1989-96 e inscribió seis caballos en Kentucky Derby, sin ganarlo nunca.

Su nombre, no obstante, estará asociado para siempre con los Yanquis y su estilo de ganar a cualquier precio, algo que para los fanáticos del equipo neoyorquino fue lo mejor, pero no así para el resto de los mercados más débiles. Protagonizó dos suspensiones, en la que lo inhabilitaron por dos años y medio después de pagarle a un individuo para que le buscase "cosas personales" a Winfield.

En otra, lo suspendieron 15 meses tras declararse culpable de haber hecho contribuciones ilegales a políticos durante la era de "Watergate". "No siempre hice las cosas bien y no siempre tuve éxito, pero lo intenté", declaró Steinbrenner en el 2005.

Fuente: El Nacional.

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